La cuerpo humano puede tener mecanismos de alerta ante una situación de amenaza que provoca preocupación o estrés. Sin embargo, cuando éstos son desproporcionados se convierten en un trastorno que puede requerir intervención profesional para calmar la ansiedad.

Síntomas más comunes:

  • Dolor de cabeza o migraña.
  • Dificultad respiratoria.
  • Sudoración en exceso.
  • Tensión muscular.
  • Exaltación nerviosa exagerada.
  • Frecuencia cardíaca inestable.
  • Resequedad en la boca.
  • Temblores involuntarios.
  • Náuseas.
  • Estómago descompuesto.

Calmando la ansiedad.

  1. Respira profundamente para oxigenarte y regular el ritmo cardíaco, requieres concentrarte para hacerlo conscientemente.
  2. Piensa positivamente, induce recuerdos que relajen.
  3. Evita consumir estimulantes como el café, golosinas y todo lo que produzca más energía que luego el cuerpo requiera quemar con actividades que estimulen el cerebro, ya que debes buscar tranquilizar tu mente.
  4. Consigue acompañarte de personas confiables y que te generen paz, así como refugiarte en lugares apacibles.
  5. Escucha música relajante o realiza meditación, son excelentes herramientas para calmar la mente.
  6. Experimenta con una actividad que te distraiga, que te exija pensar positivamente. No es negar la realidad, sino mitigar la causa del estrés.
  7. El ejercicio puede ser una buena técnica, siempre que no sea un trastorno. Resulta ser una solución especialmente como prevención.

Si lo expuesto no te resulta favorablemente, deberías buscar la intervención de un especialista.